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HE DESCUBIERTO UN MUNDO QUE IGNORABA, LLENO DE POSIBILIDADES Y DE COLORES

251122651foto1 Amigos navegantes me hablaban de la costa de Turquía y de las islas Griegas donde ellos pasaban varios meses desde hacía muchos años. Pero no es lo mismo que te lo cuenten a que lo vivas personalmente.

He descubierto un mundo… Ir en mi velero, el Mach Tres, hasta Estambul era para mí un sueño. Una meta. Un lugar a donde ir. Pero ir en solitario o a dos. Conocí a Virginia en Barcelona y compartió mi proyecto. Se subió al Mach en el Gran Premio de El Balís en septiembre del 2010. Como entrenamiento hicimos juntos varias regatas a dos y preparamos el velero.

Para saber cosas del mar y lugares de Grecia y Turquía nos pusimos en contacto con quienes mejor los conocen. Antonio Bela y Susana del Eire III, Ricart y Victoria del Ricart III y David y Annie del Spica. Grandes navegantes y aún más excelentes personas. Se volcaron con nosotros. Nos ayudaron. Nos dieron todo tipo de información con total sencillez y delicadeza y sobre todo nos dieron su amistad y mucho cariño.

El 27 de Mayo partimos desde Port Ginesta en Castelldefels, donde Alfonso de Prada cada año hace el tratamiento de la obra viva y del casco, hacia Ciudadela. De Ciudadela a Mahón donde pasamos tres días esperando que pasase el mal tiempo. Vientos de fuerza ocho y lluvia. Después de una noche en cala Teulada nos dirigimos hacia el sur de la isla de Cerdeña.

Allí, en Carloforte, en la isla de San Pietro, se estaba celebrando la fiesta del atún y había gran animación en el mar y en las calles.El salto a Sicilia era el más largo de la travesía y los partes méteo eran indecisos. Finalmente decidimos saltar de inmediato, antes de que el tiempo empeorase, directamente hasta San Vito lo Capo. Punta noroeste de Sicilia. Travesía tranquila.

En San Vito, de nuevo como en Carloforte, fiestas locales. De San Vito partimos hacia Palermo y quisimos quedarnos en la marina deportiva de Aquasanta. Como se pasaron en el precio y en las molestias nos fuimos hasta el interior del puerto comercial de Palermo donde hay varias marinas y nos atendieron la mar de bien.

Palermo la capital. El mercado de la Vacceria, La catedral de Monreale en la montaña a 8 kilómetros, la Catedral de Palermo, además de varias iglesias monumentales. Una ciudad congestionada por el tráfico y bastante sucia. Un calor sofocante. Pero encantadora. Donde hemos comido como reyes por muy poco dinero.

De Palermo a Cefalú, uno de los lugares más lindos de Sicilia desde donde saltamos a las Islas Eolias. Visitamos Vulcano y Lipari un lugar de ensueño y romántico. Un estilo de Cefalú pero más tranquilo y sencillo.¡¡¡Volveré¡¡¡ Quedan Strómboli y Salina para el próximo viaje.Ya era viernes 10 de junio cuando salimos rumbo a Messina y tomábamos por la tarde amarre en la Marina del Nettuno.

Un paseo en el tranvía que bordea el mar. Noche bastante movida con tirones constantes en el amarre a causa de los barcos que atraviesan el estrecho de Messina desde Regio Calabria. De allí a Roncella Ionica en el mar Jónico, 65 millas de trayecto con rachas de 30 nudos de viento. Cena con una ligera lluvia y algo de fresco en la súper famosísima, entre los navegantes, Pizzería del puerto, donde venden la excelente pizza por metros.

Al siguiente día navegamos hasta Crotone en la boca del gran golfo de Taranto, el más amplio del Mediterráneo con una anchura de 72 millas. Distancia que tuvimos que recorrer al día siguiente para llegar hasta Santa Maria de Leuca, última etapa en la bota de Italia antes de atravesar hasta Grecia.

Llegada a Grecia el día 14 de Junio, con Luna Llena

A las 15 horas de España y 16 horas de Grecia (hay una diferencia horaria de una hora entre Grecia y España), llegamos a la isla de Othoni y fondeamos al sotavento de la isla, en la bahía Ormos Ammos.

Primera isla griega que hemos encontrado en el camino, unas 15 millas antes de llegar a Corfú. Entre la isla de Corfú y Albania hay solo una distancia de algo menos de 1 milla por lo que la vista de su costa es total. Corfú estaba de fiesta con diferentes espectáculos callejeros.Cena al borde del agua con un vino tinto de Corfú donde hemos conocido a Uli, un alemán asiduo de Puerto Cocodrilo en Mallorca.

Noche con eclipse de luna y fondo de música griega para descansar con una infusión en la mano en el muy acogedor restaurante de Mandraki, este puertecito de postal, al pié de las murallas.Después de dos días salimos de Corfú hacia Prevezza, en la parte continental de Grecia donde se llega a través de un canal balizado de unas 3 millas.

Justo amarrados hemos hecho una escapada en taxi hasta Marina Cleopatra, frente a Prevezza pasando por un túnel bajo el mar, para visitar el Eire III de nuestros amigos del Balís, Susana y Antonio que hace 7 años navegan entre Grecia y Turquía.

Prevezza es famosa porque aquí tuvo lugar la batalla por la sucesión de Julio Cesar, entre Octavio Augusto y Marco Antonio pareja de Cleopatra. Ganó Octavio que se convirtió en el nuevo emperador del imperio romano. Marco Antonio y Cleopatra tuvieron que huir a Egipto.

Pensando en Clepatra y leyendo el libro de La Caída del Imperio Romano, recorremos el camino hacia Ithaca. Oliendo a Ulises. Buscando a Ulises. Pensando en la Odisea y en la propia odisea que finalmente es un paseo tranquilo por un amar amigo. En nuestro Mediterráneo. Tan cerca y tan lejos.
Vhati la capital. Un lugar bucólico. La paz total. Seguro que aquí vivió Penélope, entre sus eucaliptos, arrullada por el run run del mar y protegida por Poseidón.Y desde allí la gran galopada. Casi 90 millas de una tacada. Con vientos fuertes de la aleta. Golfo de Patrás, camino al golfo de Corinto.

Lepanto, con tanta historia para España, al través.El imponente puente colgante de Rion que separa el golfo de Patrás del golfo de Corinto. Una obra impresionante. Hay que pedir permiso de paso y según la altura del mástil os indican el lugar por donde hacerlo. Puntas de 11 nudos y medias de 9. Llegamos y amarramos en el pueblecito de Galaxidhi.

A nuestro lado se encontraba el “Gota de Rocio”, velero español de chárter de Vilanova y la Geltrú capitaneado por Sergi. Un capitán experimentado y joven que lleva varios años por la zona de Grecia y Turquía. Cenamos con él y su tripulación en una Taberna Griega junto al puerto. Después de varias copas de orujo nos fuimos a dormir algo resacosos pensando en que al día siguiente teníamos el paso del famoso Estrecho de Corinto. Rumbo al estrecho de Corintho pasamos al través de Ithea, puerto próximo al Oráculo de Delfos.

A la entrada del estrecho nos han hecho esperar dos horas antes de mostrarnos la bandera verde de entrada. Con una gran emoción nos hemos adentrado entre las altas paredes siguiendo a un buque grande conducido por un remolcador y con un grupo de unos 10 veleros.

A la salida del estrecho pagamos el peaje de 196 euros. Entramos en el Mar Egeo y nos dirigimos a Aiginia, a unas 30 millas, donde hemos quedado con Ricard y Victoria del velero Ricart III de El Balís. Ellos son grandes expertos de la zona pues hace 9 años que están por allí. Se presenta una tertulia interesante y enriquecedora.

La isla de Aiginia es una de mis experiencias más gratificantes. Porque Victoria y Ricart son encantadores y acogedores. Nos dan aceitunas negras tan buenas como nunca las comimos, y un vino blanco griego que se llama Retsina que da alegría y buen rollo. Porque hemos conocido a Jordi y Laura del Kiviana amigos del inconmensurable e irrepetible Carmelo del velero Concordia I de Mataró. Porque en Aiginia comemos un pescado fresco que compramos y nos cocinan en el mismo mercado distante de 20 metros del Mach y porque Victoria y Ricart nos hacen la vida muy agradable.

De Aiginia a Athenas, en la marina de Zea, visitando la ciudad y el Parthenon. De Athenas a Olimpic Marina pasado el famoso y ventoso Cabo Sunion y de allí, atravesando el estrecho de la isla de Andros, a la Isla de Psara, en el corazón del mar Egeo, última escala en Grecia.

Llegada a Turquía, el 30 de Junio por la Isla de Bozcaada

Desde la isla griega de Psara nos dirigimos hacia el norte y una vez dejada a estribor la Isla de Lesbos, hacemos la entrada en Turquía por la isla de Bozcaada con una mar plana y un sol radiante.Bozcaada es un pueblo muy pintoresco y acogedor. Con una fortificación construida por los genoveses para defender el tráfico del comercio. Infinidad de pequeñas tabernas y tiendas. Con ferrys que constantemente van y vienen del continente turco.

Fue desde esta isla desde donde el ejército griego salió para desembarcar en Troya y liberar a Helena.Entramos en el Estrecho de los Dardanelos, que separa Europa de Asia. A nuestro través a estribor dejamos el lugar donde estuvo situada la ciudad de Troya. Y unas millas más al norte desembocamos en el plácido Mar de Mármara. Pasamos la noche en el pequeño puerto de la isla de Mármara. A 15 millas de la llegada a Istanbul había una multitud de barcos cargueros fondeados y a medida que nos acercábamos su número aumentaba.El 1º de Julio la llegada a Istanbul por mar ha sido impresionante.

Las siluetas de las grandes Mezquitas recortadas con el fondo de la puesta de sol. Europa y Asia tan juntas. Hemos amarrado en la marina de Kalamis Setur, a la entrada del Bósforo, en la parte asiática de la ciudad.Después de visitar durante varios días la parte Europea de Istanbul hemos subido hacia el norte por el Bósforo con un tráfico intensísimo de cargueros, para hacer la entrada en el Mar Negro acompañados por algunos delfines.

Dejando el Mar Negro por la popa, descendiendo hacia el sur por el Bósforo, hemos pasado dejando a estribor Santa Sofía, la gran Mezquita Azul y todo el sky line de la antigua Constantinopla, el Estambul europeo. Por babor el Estambul comercial, moderno, de las grandes avenidas y de los barrios chic, situados en la parte asiática bordeando el Mar de Mármara.

A la puesta del sol hemos llegado a Atakoy Marina, situada a 15 millas al sur de Estambul.Allí nos hemos reencontrado con Anne Y Bertrand del Scydon 3 que habíamos conocido en Roncella Iónica. Hemos ido a cenar con ellos a Kumkapi que es un lugar muy especial con multitud de restaurantes en la calle, música y danzas del vientre en vivo que van recorriendo las mesas formando un bullicio impresionante. ¡¡¡ No os lo perdáis !!!

¡¡¡ Adiós Istanbul, Adiós !!!

Dejando Istanbul por la popa hemos recorrido la costa Turca, visitando lugares como Canakkale, Aivalyk y Cesme. Hemos descendido hasta la isla griega de Samos, donde nació Pitágoras, y allí hemos recibido a Wladimir Padrós y a su mujer Queta Margall. Nos han acompañado 8 días visitando la isla de Patmos y en Turquía Gumusluck, Turgutreis y Bodrum, con parada final en la isla griega de Kos.

El 21 de Julio Wladi y Queta han vuelto a El Balís, y al día siguiente Virginia se ha marchado hacia Barcelona para preparar su regreso a la Patagonia en Argentina, donde viven sus padres.Unos días más tarde han llegado a Kos mi hija Diana y nuestros amigos Juanjo y Maite. Juntos hemos navegado por la costa del sur de Turquía y las islas griegas cercanas.

La isla de Simy, recalando en Pheti y visitando la capital, fondeando a la vuelta en la espléndida bahía de Panormitis frente al monasterio. La isla de Nysiros con su volcán y sus vistas panorámicas.La costa turca con Knidos, Palamut y Kalkan tan pintoresca. De allí a Kékova donde hemos contactado con David y Annie del Spica que se encontraban fondeados en Gokkaya unas millas más lejos. Hemos fondeado junto a ellos y compartido comida y cena. Después de una plácida noche en una mar como un lago, la gran carrera para volver.

Noche en Fethiye. Mar y viento de proa y recalada forzada en un paisaje de ensueño: Kumlu Buku.Diana, Maite y Juanjo han vuelto a Barcelona desde el aeropuerto de Hipócrates en Kos y finalmente el Mach Tres y yo nos hemos quedado solos en el puerto de Kardamena, en la isla de Kos. Un lugar ideal para descansar, andar, tomar baños en la playa y leer.A finales de Agosto he llevado el velero a la Marina de Kos para que pase allí el invierno.

Las ventajas de tenerlo en Kos es que está muy bien comunicado por diferentes líneas aéreas desde Barcelona y que hay diferentes destinos de navegación cercana: todas las islas griegas del Dodecaneso y la costa sur de Turquía, que por lo que he llegado a conocer es una parte muy interesante del Mediterráneo.
Este viaje me ha descubierto un mundo que ignoraba lleno de posibilidades y de colores. Algo especial muy cerca de España con vientos navegables y mares sin oleaje. Multitud de islas y lugares donde fondear. En verdad un paraíso para los que gustan de la vela y la vida bohemia.

Ahora comprendo a mis amigos David, Ricart, Jordi, Antonio, Annie, Victoria, Laura y Susana. Ya he entendido porque pasan tantos años por aquellas islas.

¡¡Solo se vive una vez!!
José Luis Vives – Socio nº 2362

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