La actividad física practicada regularmente, y siguiendo las recomendaciones e indicaciones de los profesionales, es una herramienta de promoción de la salud y prevención y control de las enfermedades.
Además, como explicábamos en la técnica del remo, en la práctica de este deporte si ve implicado todo el cuerpo, desde el tronco superior: espalda, pecho, abdomen, brazos; el tronco inferior: piernas y caderas. Este trabajo tan completo, implica una mejora general de la movilidad del cuerpo, un aumento de la fuerza y la flexibilidad. Y en desarrollar un trabajo con tantos grupos musculares y al mismo tiempo, se incrementa la demanda cardiovascular, situando al remo en ejercicio tanto aeróbico como de tonificación.
El ejercicio físico que se desarrolla con la espalda y el abdomen, ayuda a su fortalecimiento y a adoptar una mejor postura corporal.
Pero el remo también nos aporta beneficios en nuestro estado de ánimo y estos los podemos asociar al entorno donde se desarrolla esta actividad deportiva. La práctica deportiva al aire libre y al agua, nos aporta unas sensaciones de libertad y tranquilidad, difíciles de alcanzar en cualquier otro espacio, nos carga de energía y nos permite disfrutar del entorno y la naturaleza.
Como decía Hipócrates, considerado el padre de la medicina en la antigua Grecia y en alguna de sus frases más conocidas «el mar es excelente aliada en el cuidado de Enfermedades del hombre».
